OTRA PERSPECTIVA
La Caída del Maximato AMLOísta: Entre Camelot y Cartón
Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra
En el imaginario político
mexicano, el "Maximato" de Andrés Manuel López Obrador
prometía ser un Camelot tropical, donde las corcholatas herederas del trono
lopezobradorista lucharían no por el Santo Grial, sino por la continuidad de la
4T. Sin embargo, esta versión caribeña de la leyenda artúrica parece estar
tambaleándose antes de consolidarse. Al igual que las leyendas medievales, los
conflictos internos y las ambiciones desmedidas han comenzado a desmoronar el
sueño.
Un Camelot con Corcholatas Dobladas
La versión de AMLO de un "Camelot"
político se basó en repartir las joyas del reino: el legislativo a sus
caballeros más leales: Adán Augusto López, Ricardo Monreal y la Secretaria de Economía a Marcelo Ebrard. Cada uno fue investido con una
tarea crucial: mantener la estabilidad en el Senado Cámara de Diputados y la
diplomacia internacional. Sin embargo, las tensiones entre los caballeros de la
mesa redonda lopezobradorista están demostrando que ni las armaduras doradas
pueden contener las fisuras.
Lecciones de Otros Camelots Fallidos
El "Camelot"
lopezobradorista no está solo en su desmoronamiento. Otros intentos de sucesión
controlada en América Latina han enfrentado destinos similares, donde los
ideales de unidad terminan sofocados por ambiciones individuales y conflictos
internos.
El Camelot Venezolano: Hugo y su Lanza Rota
Hugo Chávez imaginó un reino
eterno donde Nicolás Maduro portaría su escudo revolucionario. Sin embargo, la
lanza del chavismo se rompió pronto ante las divisiones internas y una crisis
económica que devoró los sueños de unidad. Como en Camelot, los caballeros del
chavismo no tardaron en luchar por su propio botín.
Perú y el "Desfile Presidencial": Camelot Sin
Rey
En Perú, la inestabilidad
política ha llevado a un desfile de presidentes que haría sonrojar incluso al
Rey Arturo. Sin un liderazgo claro, los intentos de continuidad han sido
devorados por la desconfianza y los enfrentamientos entre caballeros. Alberto
Fujimori intentó pasar su legado a su hija Keiko, pero Camelot fujimorista
también se fragmentó bajo el peso de la ambición.
Cuba: El Camelot Revolucionario
Fidel Castro construyó su propio
Camelot revolucionario, donde su hermano Raúl y la vieja guardia garantizarían
la continuidad del ideal socialista. Sin embargo, las generaciones futuras
comenzaron a cuestionar la falta de renovación y la rigidez de las estructuras.
Como en las leyendas, el sueño de unidad comenzó a desmoronarse cuando la
realidad tocó las puertas del castillo.
El Camelot de AMLO: Entre la Utopía y la Farsa
El sueño de un Maximato que
consolide la 4T hasta 2036 enfrenta el mismo destino que otros Camelots: una
historia de ideales frustrados y lealtades divididas. Claudia Sheinbaum, como
la sucesora designada, tendrá que enfrentarse a un gabinete que responde más al
"rey" saliente que a su mandato. Al igual que Arturo, sus
primeros años serán consumidos por mantener la cohesión entre los caballeros
del reino.
Moraleja medieval: Como
bien enseñan las leyendas, los reinos también caen cuando los caballeros
olvidan su misión y se obsesionan con sus propios trofeos. El Maximato de AMLO
podría ser recordado no como un Camelot triunfal, sino como un ejemplo de cómo
los sueños de unidad política pueden convertirse en farsas dignas de un
trovador.
Mientras tanto, los espectadores
del reino político mexicano seguirán atentos, preguntándose si el próximo acto
traerá redención o simplemente más caos. Porque, como en toda buena historia,
siempre hay una espada esperando ser desenvainada.
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