sábado, 21 de diciembre de 2024

 

OTRA PERSPECTIVA

La Posición de México Frente al Maíz Transgénico: Protección Cultural, Riesgos y el Contexto Global

Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra

El maíz es más que un cultivo en México; es el corazón de su identidad cultural, base alimentaria y un elemento clave de su biodiversidad. Frente a los avances de la biotecnología y la introducción de cultivos transgénicos, México ha tomado una postura firme para proteger su patrimonio agrícola y la salud de su población, mientras enfrenta presiones internacionales y el dominio de grandes empresas biotecnológicas.

La Posición de México: Defensa del Maíz Nativo

México ha implementado una serie de regulaciones para restringir el uso de maíz transgénico. A través de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) y decretos presidenciales, se ha prohibido el uso de semillas de maíz transgénico para siembra comercial y consumo humano directo en productos como masa y tortilla. La protección del maíz nativo también está garantizada por la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, que reconoce la importancia de las variedades criollas para la biodiversidad y la soberanía alimentaria.

Esta postura también responde a preocupaciones sobre los efectos del maíz transgénico en la salud humana y el medio ambiente, así como a la preservación de las tradiciones culinarias mexicanas.

Diferencias entre Maíz Nativo y Maíz Transgénico

Los maíces nativos se dividen en 50 tipos de razas, perfectamente adaptadas a las condiciones ambientales diversas de México. Estos maíces no tienen intervención de científicos, aunque representan una de las mayores proezas biotecnológicas realizadas por los antepasados mesoamericanos: la domesticación del teocintle mediante el mejoramiento genético autóctono hace 10,000 años. Esta diversidad genética es fundamental para enfrentar cambios climáticos, nuevas plagas o enfermedades.

En contraste, el maíz transgénico no se elabora por técnicas de mejoramiento genético convencional, sino por una tecnología cara y especializada llamada biotecnología, que introduce genes de otras plantas o animales al maíz en laboratorio, saltando las barreras entre especies para crear organismos que no existían en la naturaleza. Identificar un maíz transgénico de uno nativo no es sencillo, ya que no se pueden diferenciar a simple vista.

Empresas Biotecnológicas y su Influencia en el Maíz Transgénico

En contraste con la posición de México, empresas como Monsanto (ahora parte de Bayer), Syngenta, DuPont, y Dow AgroSciences dominan el mercado global de semillas transgénicas. Estas compañías desarrollan tecnologías genéticas que prometen mayor resistencia a plagas y herbicidas, pero también generan controversias por:

·       Monopolio y control: Estas empresas controlan gran parte de las semillas transgénicas a nivel global mediante patentes, obligando a los agricultores a comprar nuevas semillas cada temporada.

·       Cabildeo político: Han ejercido influencia en regulaciones internacionales para facilitar la adopción de cultivos transgénicos.

·       Litigios en México: Monsanto y otras han impugnado decretos y leyes restrictivas contra los transgénicos, lo que refleja una lucha constante entre el modelo industrial y la protección local.

Daños Potenciales del Maíz Transgénico

Impacto en la Salud Humana

·       Enfermedades crónicas: Se ha relacionado el consumo de maíz transgénico resistente al glifosato con un aumento en enfermedades crónicas como cáncer y diabetes, debido a compuestos asociados con el estrés oxidativo.

Alteraciones metabólicas: Estudios indican diferencias significativas en los perfiles de metabolitos y proteínas en el maíz transgénico, lo que podría causar desequilibrios tóxicos.

·       Alergias: Proteínas Bt producidas por cultivos transgénicos podrían actuar como alérgenos, aumentando el riesgo de reacciones adversas en consumidores sensibles.

Daños Ambientales

·       Contaminación genética: La polinización cruzada entre maíz transgénico y variedades nativas amenaza la biodiversidad.

·       Aumento de agroquímicos: El uso de herbicidas como el glifosato se ha incrementado con los cultivos transgénicos, impactando ecosistemas locales.

·       Efectos en organismos no objetivo: Las toxinas Bt pueden dañar insectos benéficos y organismos acuáticos, alterando cadenas alimenticias.

El Contexto en Estados Unidos

En Estados Unidos, más del 90% del maíz cultivado es transgénico, diseñado para resistir herbicidas o producir toxinas insecticidas. Aunque las autoridades como la FDA y la EPA avalan su seguridad, persisten preocupaciones sobre:

·       Residuos de glifosato: Asociados con riesgos cancerígenos.

·       Impacto desconocido a largo plazo: La falta de estudios independientes a largo plazo dificulta la evaluación completa de riesgos.

En contraste con México, Estados Unidos prioriza la productividad agrícola sobre la biodiversidad y la tradición cultural, lo que refleja diferencias en políticas y valores.

La Perspectiva Europea sobre el Maíz Transgénico

En Europa, la opinión sobre el maíz y los productos transgénicos es compleja y variada. La Unión Europea permite la importación de 45 variedades transgénicas, pero solo autoriza el cultivo de una: el maíz MON810 de Monsanto. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha declarado que este cultivo no presenta riesgos para la salud ni el medio ambiente, pero la UE permite a los Estados miembros prohibir su cultivo por razones no científicas.

Opiniones Divergentes entre Países

17 países y 4 regiones han prohibido el cultivo de maíz transgénico, incluyendo Francia, Alemania, Austria, Italia y Polonia.

España es el principal productor de maíz transgénico en la UE, representando el 96% de la superficie cultivada.

Portugal también cultiva maíz transgénico a escala significativa.

Preocupaciones y Oposición

Grupos ecologistas y redes como "Regiones Libres de OGM" argumentan riesgos para la salud y el medio ambiente.

Existe una fuerte oposición pública en algunos países, como en el Reino Unido, donde solo el 2% de los encuestados aprueban los alimentos transgénicos.

Debates y Contradicciones

La UE permite la importación de productos transgénicos, pero restringe su cultivo, lo que genera desventajas competitivas para agricultores europeos frente a otros países.

Empresas y Organizaciones en Defensa del Maíz Nativo

Empresas como Maseca han declarado su compromiso con el uso exclusivo de maíz no transgénico. Sin embargo, enfrentan críticas por posibles residuos de glifosato en sus productos. A su vez, organizaciones como el Consejo Rector de la Tortilla Tradicional y la Red de Maíz promueven prácticas sostenibles y agroecológicas.

Conclusión

              La postura de México frente al maíz transgénico resalta un esfuerzo por equilibrar la protección de la biodiversidad y la salud pública con la creciente presión de la biotecnología global. A medida que el debate continúa, es fundamental fortalecer las regulaciones, fomentar la investigación independiente y promover alternativas sostenibles que aseguren la preservación del maíz nativo, un legado cultural invaluable para el mundo. Mientras tanto, el contraste con Europa y Estados Unidos subraya las diferencias en prioridades políticas y culturales, así como los desafíos de enfrentar un panorama globalizado.


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