OTRA PERSPECTIVA
Dos Leones, un mismo rugido: La libertad, la justicia
y la verdad no pasan de moda
Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra
El humo blanco aún flotaba
sobre la Plaza de San Pedro cuando una voz anunció el nombre que agitó más de
una conciencia histórica: “León XIV”.
No fue un nombre cualquiera. Fue un eco. Un rugido suave, pero profundo.
Y para quienes hemos leído a León XIII, no sonó a nostalgia, sino a promesa: la
historia pide que se le relea… pero también que se le responda.
1. Volver al rugido
León XIV no llegó a
imponer estructuras ni a buscar popularidad. Llegó con tres frases que bastaron
para entender por dónde caminará su pontificado:
“La paz esté con ustedes. Dios ama a todos. El mal no prevalecerá.”
En ellas ya estaba todo. Una
Iglesia que no se esconde. Un Evangelio que no pide permiso para hablar desde
abajo.
Y un alma que recuerda el gesto del León que abrió la Iglesia al mundo
moderno: mirar al mundo sin miedo, pero con misericordia firme.
2. La libertad no es capricho
León XIII escribió en 1888
la encíclica Libertas Praestantissimum, defendiendo una libertad
anclada a la verdad, no a los caprichos del ego.
Hoy, León XIV hereda un mundo donde la libertad ha sido convertida en
mercancía o slogan de campaña.
Pero la libertad cristiana —la real— no es hacer lo que quiero, sino querer
lo que edifica, incluso si me cuesta.
3. La cuestión social nunca se fue
Rerum Novarum fue
un parteaguas. El primer gran documento social de la Iglesia. León XIII
alzó la voz por los obreros explotados.
Hoy, León XIV se enfrenta a un escenario global aún más desgarrador:
trabajadores invisibles en plataformas digitales, migrantes tratados como
números, mujeres desechadas por el sistema, jóvenes que heredan más deudas que
esperanzas.
Tal vez veamos una nueva Rerum
Novarum. Pero ya no solo desde fábricas… sino desde calles,
fronteras y redes.
4. Verdad sin miedo, fe sin maquillaje
Humanum Genus
denunció los poderes que actuaban en la sombra para debilitar la fe.
Hoy, esos poderes tienen otros nombres: nihilismo digital, indiferencia con
fachada progresista, discursos de tolerancia que no toleran la verdad.
León XIV parece entender
que la Iglesia no debe gritar, pero tampoco callar.
La verdad no se impone, pero tampoco se diluye.
5. Dos siglos, un Evangelio
No sabemos aún cómo será este
nuevo papado. Pero sí sabemos que un nombre dice mucho.
León XIV no eligió seguir modas. Eligió conectar raíces.
Y en un tiempo donde muchos
quieren una Iglesia muda, cómoda o solo ceremonial… este Papa ha recordado que el
Evangelio no es un adorno: es una voz viva.
Dos Leones. Dos siglos.
Un mismo rugido:
La libertad, la justicia y la verdad no pasan de moda.
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