sábado, 10 de mayo de 2025


 

OTRA PERSPECTIVA

Dos Leones, un mismo rugido: La libertad, la justicia y la verdad no pasan de moda

Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra

El humo blanco aún flotaba sobre la Plaza de San Pedro cuando una voz anunció el nombre que agitó más de una conciencia histórica: “León XIV”.
No fue un nombre cualquiera. Fue un eco. Un rugido suave, pero profundo.
Y para quienes hemos leído a León XIII, no sonó a nostalgia, sino a promesa: la historia pide que se le relea… pero también que se le responda.

1. Volver al rugido

León XIV no llegó a imponer estructuras ni a buscar popularidad. Llegó con tres frases que bastaron para entender por dónde caminará su pontificado:


“La paz esté con ustedes. Dios ama a todos. El mal no prevalecerá.”

 

En ellas ya estaba todo. Una Iglesia que no se esconde. Un Evangelio que no pide permiso para hablar desde abajo.
Y un alma que recuerda el gesto del León que abrió la Iglesia al mundo moderno: mirar al mundo sin miedo, pero con misericordia firme.

2. La libertad no es capricho

León XIII escribió en 1888 la encíclica Libertas Praestantissimum, defendiendo una libertad anclada a la verdad, no a los caprichos del ego.
Hoy, León XIV hereda un mundo donde la libertad ha sido convertida en mercancía o slogan de campaña.
Pero la libertad cristiana —la real— no es hacer lo que quiero, sino querer lo que edifica, incluso si me cuesta.

3. La cuestión social nunca se fue

Rerum Novarum fue un parteaguas. El primer gran documento social de la Iglesia. León XIII alzó la voz por los obreros explotados.
Hoy, León XIV se enfrenta a un escenario global aún más desgarrador: trabajadores invisibles en plataformas digitales, migrantes tratados como números, mujeres desechadas por el sistema, jóvenes que heredan más deudas que esperanzas.

Tal vez veamos una nueva Rerum Novarum. Pero ya no solo desde fábricas… sino desde calles, fronteras y redes.

4. Verdad sin miedo, fe sin maquillaje

Humanum Genus denunció los poderes que actuaban en la sombra para debilitar la fe.
Hoy, esos poderes tienen otros nombres: nihilismo digital, indiferencia con fachada progresista, discursos de tolerancia que no toleran la verdad.

León XIV parece entender que la Iglesia no debe gritar, pero tampoco callar.
La verdad no se impone, pero tampoco se diluye.

5. Dos siglos, un Evangelio

No sabemos aún cómo será este nuevo papado. Pero sí sabemos que un nombre dice mucho.
León XIV no eligió seguir modas. Eligió conectar raíces.

Y en un tiempo donde muchos quieren una Iglesia muda, cómoda o solo ceremonial… este Papa ha recordado que el Evangelio no es un adorno: es una voz viva.

Dos Leones. Dos siglos.
Un mismo rugido:
La libertad, la justicia y la verdad no pasan de moda.

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