martes, 17 de junio de 2025

 



OTRA PERSPECTIVA

Armas nucleares y doble rasero: el blindaje narrativo de Occidente en los medios internacionales

Opinión de José Rafael Moya Saavedra

Introducción: La bomba que no explota… en los medios

Las armas nucleares no solo son armas de destrucción masiva: también son armas de legitimación. La mera sospecha de su desarrollo ha servido como excusa para invadir países, imponer sanciones y alinear narrativas globales. Pero lo más revelador es que no todos los arsenales nucleares son tratados por igual.

Mientras los medios internacionales dedican portadas enteras a la amenaza iraní, apenas mencionan el arsenal israelí. Mientras el programa nuclear de Corea del Norte es objeto de condena unánime, el de Francia o Reino Unido rara vez se debate. El problema no es solo de geopolítica, sino de encuadre mediático: quién tiene derecho a poseer el "botón" y quién no, quién es considerado responsable… y quién un loco con poder.

I. La narrativa de la amenaza nuclear como pretexto político

Desde la Guerra Fría, la narrativa de la amenaza nuclear ha sido uno de los dispositivos discursivos más eficaces para legitimar acciones bélicas. La invasión a Irak en 2003 es el ejemplo más claro: la existencia de armas de destrucción masiva fue afirmada con contundencia por las principales cadenas de noticias… hasta que resultó ser falsa.

"There is no doubt that Saddam Hussein now has weapons of mass destruction." —Tony Blair, primer ministro del Reino Unido, Cámara de los Comunes, 2002.

En 2025, Israel lanza una ofensiva contra Irán bajo la bandera del "riesgo nuclear inminente". La historia se repite, pero con más cinismo: esta vez, el agresor sí posee armas nucleares, pero el señalado es el que apenas acumula uranio enriquecido. La prensa internacional, en su mayoría occidental, replica sin cuestionar.

"Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad mediática." —Ignacio Ramonet, La tiranía de la comunicación.

II. Israel, el TNP y el silencio estratégico: la "amimut" como narrativa

Israel nunca ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Se estima que posee alrededor de 90 ojivas nucleares, alojadas en una estructura de ambigüedad conocida como amimut: ni confirmar ni negar. Esta política le permite mantener el estatus de potencia nuclear sin estar sometido a inspecciones internacionales.

"Israel will not be the first to introduce nuclear weapons into the Middle East." —Declaración oficial repetida por Israel desde los años 60.

"La información que no se da, también forma parte del control del poder." —Manuel Castells, Communication Power.

Sin embargo, este hecho rara vez ocupa titulares. Las agencias internacionales evitan el tema, o lo abordan tangencialmente. El blindaje narrativo es tan fuerte que Israel aparece como víctima de amenazas nucleares… mientras oculta el arsenal más sofisticado de la región.

III. Irak 2003 e Irán 2025: el doble rasero informativo

En Irak, la narrativa fue construida sobre una amenaza inexistente. En Irán, se basa en una amenaza potencial. En ambos casos, la estructura mediática que justificó la intervención fue idéntica: declaraciones oficiales amplificadas, expertos alineados, desprecio por las fuentes críticas.

"En Irak había cámaras, pero no había verdad." —Robert Fisk, corresponsal de The Independent.

La diferencia es que, en 2003, el colapso narrativo ocurrió después. En 2025, el guion ya se conoce, pero los medios lo repiten igual. Irán es cubierto con lupa; Israel, con guantes de seda. Se condena al que podría tener; se protege al que ya tiene.

"The mass media serve as a system for communicating messages and symbols to the general populace." —Herman & Chomsky, Manufacturing Consent.

IV. El rol de las agencias internacionales: entre el acceso exclusivo y la autocensura

Las grandes agencias como AP, Reuters, AFP y EFE dependen de sus relaciones con gobiernos y ejércitos para acceder a zonas de conflicto. Esto genera una forma sutil pero potente de autocensura: lo que se informa debe sostener la relación.

En Irak 2003, esto se vio con el "periodismo empotrado". En 2025, ocurre con la sobredependencia de fuentes israelíes. La información se filtra desde el poder, y los marcos narrativos se establecen desde los gabinetes, no desde el terreno. Lo nuclear, lo secreto, lo estratégico… todo se cubre con un ojo cerrado.

V. Los silencios que matan: la complicidad narrativa

Callar sobre el arsenal israelí no es neutralidad: es complicidad. Minimizar el peligro de los arsenales aliados y amplificar el de los enemigos convierte a los medios en actores de guerra. Porque la guerra, hoy, se libra también en las palabras.

"La censura no consiste solo en callar lo que incomoda, sino en amplificar lo que conviene."

Cuando se impide ver la desigualdad en la tenencia nuclear, se desarma el debate sobre el desarme. Y cuando se criminaliza la ciencia nuclear de unos y se legitima la de otros, se consagra un orden mundial profundamente injusto.

VI. ¿Y América Latina?: Una mirada ética desde el sur global

Desde América Latina, donde la apuesta por una región libre de armas nucleares se consolidó con el Tratado de Tlatelolco, se puede ofrecer una mirada distinta. No por superioridad moral, sino por experiencia histórica: sabemos lo que es ser zona de disputa sin ser escuchados.

"América Latina fue pionera en declarar una zona libre de armas nucleares. El silencio sobre eso también es una forma de censura." —Alicia Bárcena, ex secretaria ejecutiva de CEPAL.

El periodismo latinoamericano debe asumir un papel propositivo: denunciar los dobles estándares, contrastar las fuentes, exponer la omisión deliberada. Nuestra contribución puede ser esa: abrir grietas donde otros levantan muros.

Conclusión: De la bomba como excusa, al periodismo como trinchera

No hay justicia internacional posible si el acceso a las armas nucleares sigue determinado por el poder y no por la legalidad. Y no hay periodismo digno si no se confronta esa realidad.

Las bombas matan. Pero también mata el silencio. El silencio sobre unas bombas y el escándalo por otras. El silencio que permite a unos invadir y a otros ser invadidos. El silencio que convierte al periodista en operador de guerra sin saberlo.

Frente a eso, solo queda una trinchera posible: la verdad. Incluso cuando incomoda. Especialmente cuando incomoda.

 

Referencias

  • Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)
  • Castells, M. (2009). Communication Power.
  • Chomsky, N., & Herman, E. S. (1988). Manufacturing Consent.
  • Entman, R. M. (1993). Framing...
  • Ramonet, I. (2001). La tiranía de la comunicación.
  • Alicia Bárcena, CEPAL (2010)
  • Robert Fisk, The Independent
  • Archivos de la OIEA, 2003–2024
  • SIPRI Yearbook on Nuclear Weapons

[Este ensayo complementa: "Narrativas hegemónicas y censura informativa" y "Censura cruzada y guerras narrativas"]

Narrativas hegemónicas y censura informativa: el dilema mediático entre Occidente y los medios no alineados

https://otraperspectivarafamoya.blogspot.com/2025/06/otra-perspectiva-narrativas-hegemonicas.html

Censura cruzada y guerras narrativas: el conflicto Irán–Israel bajo el prisma informativo

https://otraperspectivarafamoya.blogspot.com/2025/06/otra-perspectiva-censura-cruzada-y.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

  OTRA PERSPECTIVA Cuando Borrar el Riesgo del Mapa Mata: El Caso Mystic y la Lección para América Latina Por José Rafael Moya Saavedra ...