lunes, 16 de junio de 2025

 

OTRA PERSPECTIVA

¡Viva la certeza… aunque sea prestada!

Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra

 Crónica irónica de la sesión de validación de la elección judicial 2025 por el INE

Hay días en que la democracia se viste de gala. Y otros, como el de la sesión extraordinaria del Consejo General del INE, en que se pone un disfraz. El 2025 nos regaló una de esas joyas de la burocracia ilustrada donde, entre palabras solemnes y actas leídas con voz temblorosa, se validó una elección… que parecía pedir a gritos una revisión con lupa, microscopio y quizá hasta rayos X.

Pero no. Se declaró válida. Porque, claro, lo importante no es la realidad, sino la narrativa. Y en esta historia, los datos incómodos fueron tratados como manchas en la alfombra: se reconoce que existen, pero se tapa con una silla.

Capítulo 1: Boletas mágicas y urnas embarazadas

La sesión arrancó con un rosario de irregularidades digno de un thriller político. Hubo casillas con más votos que votantes. Boletas planchadas, sin doblez, que parecían recién salidas de imprenta y jamás tocadas por manos humanas. Urnas embarazadas, porque en México hasta las urnas tienen derecho a la maternidad extendida.

Consejeros hablaron con tono grave, como quien relata un crimen que duele. Pero al final, concluyeron: “sí, hubo anomalías… pero solo en el 1% de las casillas”. Como si un 1% de veneno en el agua potable no mereciera alarma. Como si la democracia pudiera intoxicarse sin mayores consecuencias.

Capítulo 2: Los acordeones del pueblo (y para el pueblo)

La estrella de la noche fue el acordeón. No el de los vallenatos, sino el de las “guías de voto” distribuidas a mansalva en al menos 15 estados. 37 modelos distintos. Un homenaje a la diversidad… de la manipulación.

Los acordeones decían a quién votar. Y, como por arte de magia, ganaron justo esos candidatos. ¿Coincidencia? Tal vez. Pero, como dijo un consejero, “coincidencia no es causalidad”. Y por tanto, todo en orden. La causalidad, como la verdad, es cosa de fe.

Capítulo 3: La aritmética poética

Hubo casillas con 100% de participación. Y otras con flujos de votantes tan veloces que ni las filas del Metrobús en hora pico se comparan. Algunos funcionarios de casilla merecen el Nobel de logística: votaban 4 personas por minuto sin descanso. Talento nacional desperdiciado.

Pero otra vez: “son casos aislados”. Y si son aislados, son perdonables. Porque lo que importa no es el patrón, sino la excepción… y qué tanto conviene destacarla.

Capítulo 4: La defensa institucional (versión performance)

Guadalupe Taddei, presidenta del INE, brilló como vocera de la integridad institucional. Afirmó que el proceso fue “excelente” y que invalidarlo sería un exceso. Lo dijo con la pasión de quien defiende el honor de un familiar en juicio. Y quizás tenía razón: cuestionar la elección sería poner en duda el trabajo de miles de ciudadanos comprometidos.

Lo que no aclaró es si esos ciudadanos comprometidos también imprimieron boletas, repartieron acordeones y manipularon urnas. Detalles.

Capítulo 5: Las leyes que no molestan

“INE no puede declarar la nulidad total”, explicaron los defensores del orden. “Eso le toca al Tribunal Electoral”.

Traducido: sí, está mal, pero no es nuestro problema. Nosotros organizamos, otros juzgan. La democracia como línea de producción: cada quien pone un tornillo y nadie ve el producto final.

Epílogo: ¡A celebrarlo con tinta indeleble!

Y así, con discursos cargados de tecnicismos, datos omitidos y argumentos en loop, se declaró válida la elección judicial de 2025.

Un aplauso para la narrativa. Que convierte trampas en tropiezos, fraudes en fallos menores, y sospechas en notas al pie. El futuro de la justicia ya está aquí. O al menos, el de su representación escénica.

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