viernes, 21 de febrero de 2025

 

OTRA PERSPECTIVA

México vs. Estados Unidos en la Guerra Cognitiva: ¿Quién Gana?

Opinión de José Rafael Moya Saavedra

Las relaciones entre México y Estados Unidos han estado marcadas por tensiones diplomáticas, económicas y de seguridad. Sin embargo, en la actualidad, la batalla más importante no se libra con ejércitos ni en tratados comerciales, sino en la percepción pública y el control de la narrativa. La Guerra Cognitiva, una estrategia que busca influir en la opinión de la sociedad mediante la manipulación de la información, se ha convertido en una herramienta clave en el conflicto entre ambos países.

Ejemplos recientes como la crisis migratoria en la frontera, el fentanilo como arma política y el Culiacanazo (2019) han demostrado cómo ambas naciones intentan definir la realidad a su favor. Mientras EE.UU. refuerza su imagen de México como un estado fallido en materia de seguridad, México trata de equilibrar su imagen internacional apelando a su soberanía y minimizando el impacto de la violencia.

¿Quién gana esta guerra? La respuesta no es sencilla, pero entender las estrategias de manipulación utilizadas es clave para no caer en narrativas impuestas. A continuación, analizamos este conflicto bajo los principios de Sobrevivir en la Era de la Manipulación.

1. Cuestiona todo: ¿Quién se beneficia de la narrativa del conflicto?

·       El fentanilo como arma política: EE.UU. ha responsabilizado a México por la crisis del fentanilo, señalando que los cárteles mexicanos son los principales productores y distribuidores. Sin embargo, la demanda proviene de EE.UU., donde el consumo ha crecido exponencialmente. México ha respondido cuestionando por qué no se regula el mercado interno estadounidense en lugar de culpar solo a los productores.

·       Migración y el muro narrativo: Estados Unidos ha utilizado la crisis migratoria para justificar políticas de endurecimiento fronterizo y militarización, mientras México intenta proyectarse como un país humanitario que coopera con los acuerdos migratorios, pero protege a sus ciudadanos de las presiones externas.

·       Medios de comunicación: la prensa estadounidense refuerza la idea de México como un país ingobernable frente al narcotráfico, mientras que, en México, la respuesta gubernamental busca minimizar los problemas y trasladar la responsabilidad a factores externos.

2. Analiza los patrones: ¿Cómo se repite esta estrategia en la historia?

·       El discurso de la guerra contra el narco: desde la administración de Reagan en los 80, EE.UU. ha utilizado la narrativa del narcotráfico como una excusa para intervenir en los asuntos internos de México, ya sea con presión económica, militar o diplomática.

·       Criminalización de la migración: durante décadas, los inmigrantes mexicanos han sido utilizados como chivo expiatorio en elecciones estadounidenses, reforzando estereotipos de criminalidad y competencia laboral.

·       Crisis diplomáticas y amenazas de intervención: casos como la Operación Rápido y Furioso (donde EE.UU. introdujo armas ilegalmente a México) y la reciente discusión sobre designar a los cárteles como organizaciones terroristas reflejan cómo estas tácticas se reciclan con nuevos argumentos.

3. Controla tu narrativa: ¿Quién está definiendo la realidad?

·       Culiacanazo (2019): El fallido operativo para capturar a Ovidio Guzmán mostró cómo la narrativa podía volverse en contra del gobierno. Mientras la administración mexicana justificó la liberación de Ovidio como una medida para evitar un baño de sangre, la oposición y medios internacionales lo interpretaron como una señal de debilidad del Estado ante el crimen organizado.

·       Uso de granjas de bots en redes sociales: Tanto en México como en EE.UU., los gobiernos han utilizado estrategias digitales para manipular la conversación pública. Se han documentado campañas masivas de desinformación que buscan reforzar discursos polarizantes en momentos clave, como elecciones y crisis de seguridad.

·       La crisis de los periodistas: México es uno de los países más peligrosos para el periodismo, y muchos comunicadores han sido asesinados o silenciados al investigar corrupción y crimen organizado. Al mismo tiempo, el gobierno ha intentado controlar la narrativa desacreditando a medios críticos.

4. ¿Quién está perdiendo realmente en este juego?

El ciudadano común: en ambos países, la población es la principal víctima de la Guerra Cognitiva. Se le bombardea con información manipulada que genera miedo, polarización y una percepción distorsionada de la realidad.

El votante desinformado: las estrategias de manipulación impactan directamente en la forma en que los ciudadanos eligen a sus gobernantes, muchas veces basándose en emociones y no en hechos verificables.

El futuro de la relación bilateral: si México no logra una estrategia efectiva de comunicación, seguirá perdiendo control sobre su imagen en el escenario internacional, lo que podría traducirse en presiones comerciales, diplomáticas y de seguridad.

Tú también eres parte de esta guerra

En la Guerra Cognitiva, el mayor error es creer que no estás siendo atacado. La percepción que tienes sobre la seguridad, la migración, el narcotráfico y las relaciones México-EE.UU. no es casualidad, sino el resultado de estrategias diseñadas para influir en tu manera de pensar.

Pregúntate:

¿quién gana con la información que consumes?

¿Qué intereses hay detrás de los discursos oficiales?

¿Te están manipulando para aceptar una narrativa conveniente para otros?

 Por ahora, EE.UU. tiene la ventaja en el control de la narrativa global, pero México aún puede recuperar terreno si desarrolla una estrategia de comunicación que le permita equilibrar la balanza. Mientras tanto, como ciudadanos, la mejor defensa es informarnos críticamente y no aceptar las versiones impuestas sin cuestionarlas.

Porque al final del día, en la Guerra Cognitiva, tú decides si eres un jugador o solo una pieza en el tablero.

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