OTRA PERSPECTIVA
México vs. Estados Unidos en la Guerra Cognitiva: ¿Quién
Gana?
Opinión de José Rafael Moya Saavedra
Las relaciones entre México y
Estados Unidos han estado marcadas por tensiones diplomáticas, económicas y de
seguridad. Sin embargo, en la actualidad, la batalla más importante no se libra
con ejércitos ni en tratados comerciales, sino en la percepción pública y el
control de la narrativa. La Guerra Cognitiva, una estrategia que busca influir
en la opinión de la sociedad mediante la manipulación de la información, se ha
convertido en una herramienta clave en el conflicto entre ambos países.
Ejemplos recientes como la crisis
migratoria en la frontera, el fentanilo como arma política y el Culiacanazo
(2019) han demostrado cómo ambas naciones intentan definir la realidad a su
favor. Mientras EE.UU. refuerza su imagen de México como un estado fallido en
materia de seguridad, México trata de equilibrar su imagen internacional
apelando a su soberanía y minimizando el impacto de la violencia.
¿Quién gana esta guerra?
La respuesta no es sencilla, pero entender las estrategias de manipulación
utilizadas es clave para no caer en narrativas impuestas. A continuación,
analizamos este conflicto bajo los principios de Sobrevivir en la Era de la
Manipulación.
1. Cuestiona todo: ¿Quién se beneficia de la narrativa
del conflicto?
·
El fentanilo como arma política: EE.UU.
ha responsabilizado a México por la crisis del fentanilo, señalando que los
cárteles mexicanos son los principales productores y distribuidores. Sin
embargo, la demanda proviene de EE.UU., donde el consumo ha crecido
exponencialmente. México ha respondido cuestionando por qué no se regula el
mercado interno estadounidense en lugar de culpar solo a los productores.
·
Migración y el muro narrativo: Estados
Unidos ha utilizado la crisis migratoria para justificar políticas de
endurecimiento fronterizo y militarización, mientras México intenta proyectarse
como un país humanitario que coopera con los acuerdos migratorios, pero protege
a sus ciudadanos de las presiones externas.
·
Medios de comunicación: la prensa
estadounidense refuerza la idea de México como un país ingobernable frente al
narcotráfico, mientras que, en México, la respuesta gubernamental busca
minimizar los problemas y trasladar la responsabilidad a factores externos.
2. Analiza los patrones: ¿Cómo se repite esta estrategia
en la historia?
·
El discurso de la guerra contra el narco:
desde la administración de Reagan en los 80, EE.UU. ha utilizado la narrativa
del narcotráfico como una excusa para intervenir en los asuntos internos de
México, ya sea con presión económica, militar o diplomática.
·
Criminalización de la migración: durante
décadas, los inmigrantes mexicanos han sido utilizados como chivo expiatorio en
elecciones estadounidenses, reforzando estereotipos de criminalidad y
competencia laboral.
·
Crisis diplomáticas y amenazas de
intervención: casos como la Operación Rápido y Furioso (donde EE.UU.
introdujo armas ilegalmente a México) y la reciente discusión sobre designar a
los cárteles como organizaciones terroristas reflejan cómo estas tácticas se
reciclan con nuevos argumentos.
3. Controla tu narrativa: ¿Quién está definiendo la
realidad?
·
Culiacanazo (2019): El fallido operativo
para capturar a Ovidio Guzmán mostró cómo la narrativa podía volverse en contra
del gobierno. Mientras la administración mexicana justificó la liberación de
Ovidio como una medida para evitar un baño de sangre, la oposición y medios
internacionales lo interpretaron como una señal de debilidad del Estado ante el
crimen organizado.
·
Uso de granjas de bots en redes sociales:
Tanto en México como en EE.UU., los gobiernos han utilizado estrategias
digitales para manipular la conversación pública. Se han documentado campañas
masivas de desinformación que buscan reforzar discursos polarizantes en
momentos clave, como elecciones y crisis de seguridad.
·
La crisis de los periodistas: México es
uno de los países más peligrosos para el periodismo, y muchos comunicadores han
sido asesinados o silenciados al investigar corrupción y crimen organizado. Al
mismo tiempo, el gobierno ha intentado controlar la narrativa desacreditando a
medios críticos.
4. ¿Quién está perdiendo realmente en este juego?
El ciudadano común: en ambos países, la población es
la principal víctima de la Guerra Cognitiva. Se le bombardea con información
manipulada que genera miedo, polarización y una percepción distorsionada de la
realidad.
El votante desinformado: las estrategias de
manipulación impactan directamente en la forma en que los ciudadanos eligen a
sus gobernantes, muchas veces basándose en emociones y no en hechos
verificables.
El futuro de la relación bilateral: si México no
logra una estrategia efectiva de comunicación, seguirá perdiendo control sobre
su imagen en el escenario internacional, lo que podría traducirse en presiones
comerciales, diplomáticas y de seguridad.
Tú también eres parte de esta guerra
En la Guerra Cognitiva, el mayor error es creer que
no estás siendo atacado. La percepción que tienes sobre la seguridad, la
migración, el narcotráfico y las relaciones México-EE.UU. no es casualidad,
sino el resultado de estrategias diseñadas para influir en tu manera de pensar.
Pregúntate:
¿quién gana con la información que consumes?
¿Qué intereses hay detrás de los discursos oficiales?
¿Te están manipulando para aceptar una narrativa
conveniente para otros?
Porque al final del día, en la
Guerra Cognitiva, tú decides si eres un jugador o solo una pieza en el tablero.
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