OTRA PERSPECTIVA
Los Santos Togados 2: La Nueva Congregación Judicial de
la 4T
Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra
Si en la primera entrega de Los
Santos Togados exploramos la construcción de un tribunal de fieles devotos,
ahora nos enfrentamos a una nueva alineación de magistrados y jueces con un
alto grado de "coincidencias políticas". Es decir, la épica batalla
entre la independencia judicial y el alineamiento perfecto con Morena.
¿Milagro o simple casualidad?
En el último reparto de
candidaturas judiciales, parece que se perdió el recato y se adoptó la consigna
de "consejeros, magistrados y jueces para la Cuarta
Transformación". Veamos algunos nombres dignos de un censo
eclesiástico político:
María Estela Ríos González: exconsejera jurídica de
AMLO. Bendecida directamente desde Palacio Nacional.
Eduardo Santillán: exdiputado de Morena en la CDMX.
Aquí sí aplica el dicho de "donde hubo poder, fuego queda".
Esteban Martínez Mejía: representante suplente de
Morena ante el INE. ¿Juez o estratega electoral? El tiempo lo dirá.
Ana María Ibarra Olguín: cercana a Arturo Zaldívar,
quien pasó de la toga a la operación política sin escalas.
Paula Villegas Sánchez Cordero: hija de Olga Sánchez
Cordero, exministra y exsecretaria de Gobernación. La tradición familiar de la
impartición de justicia, versión Morena.
Emanuel Montiel Flores: afiliado a Morena desde 2013,
porque la lealtad también se premia con magistraturas.
Armando Hernández Cruz: cercano a Ricardo Monreal.
Porque el poder judicial también necesita operadores dentro del círculo rojo.
Luis Eurípides Alejandro Flores Pacheco: exrepresentante de Morena en el INE. De árbitro a juez, con la playera bien
puesta.
Los riesgos de una fe ciega en la justicia transformadora
Aunque el evangelio de la 4T
dicta que esta nueva configuración judicial garantizará la equidad y la
democracia, hay algunos riesgos que conviene señalar antes de que el incienso
nuble la visión ciudadana:
1. Independencia judicial en peligro
Si el Poder Judicial queda
conformado por operadores políticos de un solo partido, la separación de
poderes será solo un bonito concepto en los libros de historia.
Los jueces y magistrados, más que
ser vistos como guardianes de la ley, corren el riesgo de convertirse en una
extensión de la estructura partidista, erosionando la confianza en la justicia.
3. Conflictos de interés a la vista
Cuando un magistrado ha trabajado
codo a codo con el partido gobernante, será difícil que sus decisiones sean
vistas como imparciales, especialmente en casos de corrupción o controversias
políticas.
4. El fin del equilibrio de poderes
Si la mayoría de los jueces
tienen una agenda política alineada con el Ejecutivo, el Poder Judicial perderá
su función como contrapeso y se convertirá en un simple notario de las
decisiones del gobierno.
¿La justicia ha sido evangelizada?
El nombramiento de candidatos a
jueces y magistrados con un fuerte vínculo con Morena no es casualidad, sino
parte de una estrategia para consolidar el control político de todas las
instituciones. Lo preocupante no es que estos personajes lleguen a los
tribunales, sino que el sistema de justicia termine respondiendo a los
intereses del partido en el poder en lugar de la Constitución.
En este nuevo capítulo de Los
Santos Togados, la pregunta no es si habrá una Corte independiente, sino si la
justicia se convertirá en un órgano más de la 4T. Mientras tanto, los
ciudadanos debemos estar atentos, porque cuando los jueces ya tienen la bendición
política antes de asumir su cargo, la justicia deja de ser ciega y empieza a
guiñar el ojo.
¿Y tú, crees en la independencia judicial o ya te sumaste
al culto de la transformación?
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