OTRA PERSPECTIVA
Netanyahu ante el Espejo: Narrativas de Guerra,
Desconfianza Ciudadana y El Precio del Poder
Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra
El primer ministro israelí,
Benjamin Netanyahu, ha justificado la ofensiva contra Irán asegurando que el
régimen iraní estaba a solo meses de fabricar un arma nuclear. Ante esta
supuesta amenaza existencial, Israel —afirma Netanyahu— se vio obligado a actuar
preventivamente para evitar un "holocausto nuclear". Esta
narrativa, presentada como verdad inapelable, ha sido difundida con fuerza en
medios afines y ante la comunidad internacional.
Sin embargo, las evaluaciones
independientes no coinciden con ese diagnóstico.
Las otras versiones: inteligencia y organismos
internacionales
Las agencias de inteligencia
de Estados Unidos contradicen la urgencia planteada por Netanyahu. Según
informes desclasificados, Irán no está construyendo activamente un arma nuclear
y no ha reactivado su programa armamentístico desde 2003. Aunque se reconoce
que ha acumulado uranio enriquecido a niveles preocupantes, la amenaza
inmediata no está comprobada.
El Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que Irán posee reservas de uranio al 60%,
pero no ha validado la afirmación de que se esté desarrollando una bomba
nuclear. Pide monitoreo, diplomacia, no una guerra.
Analistas y académicos
consideran que Netanyahu ha recurrido durante años a una retórica alarmista,
que en esta ocasión podría estar motivada más por necesidades políticas
internas —como sostener su frágil coalición— que por una amenaza inminente.
El Financiamiento Permitido a Hamás: El Búmeran
de una Política Cínica
En una admisión que hoy
resuena con fuerza, el primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció en mayo de
2025 que su gobierno permitió durante años el envío de fondos de Qatar a Gaza,
muchos de los cuales terminaron en manos de Hamás. La intención declarada fue
mantener divididas a las facciones palestinas, debilitar a la Autoridad
Nacional Palestina (ANP) y evitar la consolidación de un liderazgo palestino
unificado.
“Permitimos la transferencia
de fondos porque queríamos mantener a Hamás y la ANP separados”,
declaró Netanyahu. El objetivo: evitar negociaciones de paz y prolongar un
statu quo funcional para su visión de seguridad.
Numerosos expertos han
advertido que esta política fortaleció a Hamás, tanto en lo político como en lo
militar, y facilitó indirectamente la capacidad operativa que desencadenó
ataques como el del 7 de octubre de 2023.
Aunque Netanyahu niega que
esos fondos hayan sido usados directamente para financiar el atentado, las
consecuencias de esta estrategia son hoy evidentes: un enemigo fortalecido, una
ciudadanía expuesta y una guerra cuyo origen, en parte, se remonta a decisiones
deliberadas del propio gobierno israelí.
Israel en llamas… por dentro
La narrativa de seguridad
absoluta ya no convence a la mayoría. Las calles de Jerusalén, Tel Aviv y otras
ciudades han sido escenario de protestas masivas. Familiares de rehenes,
ciudadanos comunes, exmilitares y jóvenes pacifistas denuncian que la guerra se
ha vuelto un fin en sí misma. El costo humano, económico y moral es cada vez
más difícil de sostener.
Las acusaciones contra
Netanyahu son directas: prolongar la guerra para evitar su caída política,
sacrificar a los rehenes por decisiones unilaterales, debilitar la democracia
israelí con destituciones y control mediático. Una encuesta del Canal 12 revela
que el 61% de los ciudadanos quiere un alto al fuego y el regreso de los
secuestrados.
Reacciones Ciudadanas ante los Bombardeos de
Irán y la Fractura del Domo de Hierro
La reciente ofensiva de Irán
contra territorio israelí y la fractura parcial del sistema de defensa Domo de
Hierro han generado una gama diversa de reacciones sociales en Israel:
- Apoyo
a la ofensiva y resiliencia: En ciudades como Bat
Yam, pese al impacto directo de los misiles iraníes, muchos ciudadanos
mantienen una postura firme de respaldo a la política ofensiva. Consideran
que los ataques a Irán son necesarios para detener su programa nuclear y
sostienen un nacionalismo desafiante a pesar del daño sufrido.
- Shock,
ansiedad y temor: La penetración de misiles en áreas
urbanas, aunque contenida en parte por el Domo de Hierro, ha generado
miedo y ansiedad. La gente relata estar más alerta, buscando refugio con
mayor urgencia, y existe preocupación por la posibilidad de una escalada
aún más letal.
- Frustración
y cuestionamiento: Aunque muchos sostienen la narrativa
oficial, también emergen voces críticas que expresan cansancio por el
estado prolongado de guerra y dudas sobre la efectividad de la estrategia.
El colapso parcial del sistema antimisiles refuerza la percepción de vulnerabilidad.
- Cambios
en el comportamiento social: El miedo real a un
ataque masivo ha modificado conductas: la gente acude a los refugios con
mayor rapidez, y existe una conciencia más clara del riesgo, distinta a la
actitud de relativa calma de episodios anteriores.
- Debate
público y desgaste: A pesar del respaldo general a la
defensa nacional, el impacto psicológico y social comienza a erosionar el
consenso. Analistas advierten que, si aumentan los ataques y las bajas,
podría crecer la presión sobre el gobierno para buscar una salida diplomática.
En resumen, las reacciones
ciudadanas en Israel tras los bombardeos iraníes y la vulnerabilidad del Domo
de Hierro oscilan entre la determinación, el miedo y la fatiga. La sociedad
israelí se encuentra en un punto de inflexión: entre el respaldo a su política
de seguridad y la creciente conciencia de su costo humano y estratégico.
Cronología de la Rabia: Principales Protestas
Ciudadanas en 2025
- Jerusalén
(19 marzo): Decenas de miles exigen el fin de la
guerra y la restitución de la democracia.
- Residencia
de Netanyahu (23 marzo): Protestas contra el
intento de destituir a la fiscal general.
- Fin
de la Tregua en Gaza (marzo): Miles denuncian que la
reanudación de la guerra pone en peligro a los rehenes.
- Huelga
General “Israel se detiene” (11 mayo): 59 minutos de
parálisis nacional convocada por 50 organizaciones.
- Movilizaciones
por los rehenes (mayo): Protestas familiares en
diversas ciudades: "Queremos paz, no más sangre".
El papel de los medios: crear héroes, silenciar
disidencias
Netanyahu ha sabido usar los
medios: se presenta como garante de la seguridad, promueve una imagen de
firmeza y victimización nacional. Pero también ha blindado su discurso con
estrategias retóricas: calificar como antisemitas a los críticos internacionales,
tachar de traidores a los opositores internos, y anunciar triunfos militares
que no se traducen en seguridad duradera.
No obstante, esta vez el
blindaje comienza a fallar. La narrativa oficial choca con los cuerpos, el
dolor y las ausencias de los ciudadanos. Y aunque todavía conserva apoyos
internacionales estratégicos, la erosión de su legitimidad ya es visible.
Conclusión
La narrativa de Netanyahu ha
perdido credibilidad frente a la evidencia. Las evaluaciones de inteligencia y
organismos internacionales piden cautela, no bombas. Las voces de la ciudadanía
exigen paz, no más poder concentrado. Y el espejo al que se enfrenta el primer
ministro refleja una figura cada vez más aislada.
En tiempos de guerra, la
verdad suele ser la primera víctima. Y el deber del periodismo es rescatarla
del campo de batalla.
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