OTRA PERSPECTIVA
Medicinas que matan: el crimen
institucionalizado en la salud pública mexicana
Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra
Introducción:
En México, la salud pública no
solo agoniza por falta de recursos, sino por el saqueo sistemático que la ha
convertido en botín político, laboratorio de corrupción y simulacro de
bienestar. Mientras millones de personas esperan un medicamento que no llega, o
lo reciben caducado, falso o ineficaz, redes de complicidad entre empresas
fantasmas, funcionarios, intermediarios y estructuras opacas como Birmex
desangran el sistema. Este ensayo documenta, expone y denuncia una tragedia
disfrazada de política pública: el tráfico institucional de medicamentos.
Eje 1: El mapa del delito – Tráfico y farmacias
fantasma
El tráfico de medicamentos en
México se ha sofisticado. Las farmacias clandestinas operan en zonas urbanas y
rurales, abastecidas con productos robados de hospitales públicos o fabricados
sin regulación. En Acapulco, autoridades desmantelaron 11 farmacias ilegales
con más de mil piezas de medicamentos controlados. En Baja California Sur, se
incautaron más de 10 mil productos vendidos hasta diez veces por encima de su
valor.
La participación del crimen
organizado es alarmante: cárteles como el de Sinaloa y el CJNG han
diversificado sus operaciones incluyendo la fabricación y distribución de
fármacos adulterados. Estos grupos desvían precursores químicos y utilizan
redes de distribución que simulan formalidad. Las consecuencias son claras: pacientes
envenenados, tratamientos ineficaces y una ciudadanía cada vez más vulnerable.
Eje 2: El Cártel de las Medicinas – Corrupción
de cuello blanco
El llamado "Cártel de
las Medicinas" no porta armas, pero mata. Se trata de una red de
empresas y políticos que durante años controlaron hasta el 80% de las compras
públicas de fármacos. Con contratos adjudicados sin transparencia, se
impusieron sobreprecios, se provocaron desabastos y se bloquearon compras
internacionales.
Empresas como Fármacos
Especializados, Maypo, Savi Distribuciones y Pantamed amasaron fortunas con
prácticas de exclusividad amañada. La UIF identificó más de 308 mil millones de
pesos en contratos en los últimos seis años previos al actual sexenio. Este
cártel operaba al amparo del poder político, con vínculos directos con figuras
como la familia Madrazo. A diferencia del narco, su violencia es silenciosa:
miles de pacientes sin quimioterapias, niños sin vacunas, ancianos sin
insulina.
Eje 3: Medicamentos cubanos – Propaganda,
negocio y negligencia
Bajo la bandera de cooperación con Cuba, el gobierno
mexicano canalizó más de 2 mil millones de pesos a la importación de
medicamentos y vacunas cubanas sin aval sanitario. La empresa Neuronic
Mexicana, representante de AICA, recibió más de 111 millones de pesos en
contratos directos. Las auditorías revelaron productos caducos, empaques en mal
estado y lotes incompletos. De 192 mil dosis de Cisplatino adquiridas, solo se
entregaron 123 mil; muchas fueron rechazadas por hospitales.
La ASF documentó instrucciones directas para liberar
productos sin cumplimiento regulatorio. A pesar de estas fallas, Birmex
firmó nuevos contratos, validó entregas irregulares y se negó a cancelar
pedidos. Este caso muestra cómo el discurso político puede encubrir un negocio
riesgoso, opaco y profundamente lesivo para los derechos sanitarios de los
mexicanos.
Eje 4: Las consecuencias invisibles –
Cuando el Estado distribuye el veneno
Las estadísticas oficiales
maquillan una verdad brutal: hay muertes por negligencia sanitaria. El Centro
Estatal de Cancerología de Veracruz distribuyó un medicamento falso de Avastin
a 119 adultos. Más de 47 mil pruebas falsas de VIH fueron aplicadas a mujeres
embarazadas. Estos no son errores: son crímenes cometidos con logos
gubernamentales.
Según la OMS, los medicamentos
falsificados pueden no solo fallar, sino provocar reacciones adversas graves o
la muerte. La distribución irregular de medicamentos, la falta de control sobre
sus condiciones de transporte y el desvío institucionalizado de fármacos
convierten a hospitales en campos minados.
Eje 5: Impunidad, simulación y complicidad
institucional
El caso de las 59 empresas
fantasma que participaron en la megalicitación de medicamentos por 13 mil
millones de pesos lo resume todo. Empresas sin oficinas reales, sin
infraestructura, sin historial farmacéutico, con documentos falsificados y
domicilios en casas particulares obtuvieron claves de medicamentos oncológicos,
psiquiátricos y de uso infantil.
Algunas, como Mexar Pharma
y PDM Consorcio Dental, operaban desde departamentos o casas sin personal
visible. La Secretaría de Anticorrupción documentó adjudicaciones a empresas
sin registro Cofepris y prometió llevar casos a la FGR. Pero mientras tanto, la
Cofepris ha sido rebasada por su propia falta de independencia y recursos. La
simulación es institucional.
Tesis:
El gobierno mexicano no ha
enfrentado el problema de raíz. Ha transitado de un cártel privado a una cadena
de simulación institucional que perpetúa la negligencia, el desabasto y la
deshumanización. Con contratos directos, propaganda ideológica y pactos de
silencio, la salud pública se ha convertido en una plataforma de saqueo
estructural. El sistema de salud no está enfermo: está capturado.
Colofón:
"Un país no se mide solo por cuántos
hospitales construye, sino por cuántas vidas respeta. En México, el verdadero
virus no es una pandemia. Es la corrupción que receta muerte disfrazada de
medicina. Mientras no curemos eso, ningún sistema de salud será
suficiente."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario