jueves, 22 de mayo de 2025

 

OTRA PERSPECTIVA

 Medicinas que matan: el crimen institucionalizado en la salud pública mexicana

Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra

Introducción:

 En México, la salud pública no solo agoniza por falta de recursos, sino por el saqueo sistemático que la ha convertido en botín político, laboratorio de corrupción y simulacro de bienestar. Mientras millones de personas esperan un medicamento que no llega, o lo reciben caducado, falso o ineficaz, redes de complicidad entre empresas fantasmas, funcionarios, intermediarios y estructuras opacas como Birmex desangran el sistema. Este ensayo documenta, expone y denuncia una tragedia disfrazada de política pública: el tráfico institucional de medicamentos.

Eje 1: El mapa del delito – Tráfico y farmacias fantasma

El tráfico de medicamentos en México se ha sofisticado. Las farmacias clandestinas operan en zonas urbanas y rurales, abastecidas con productos robados de hospitales públicos o fabricados sin regulación. En Acapulco, autoridades desmantelaron 11 farmacias ilegales con más de mil piezas de medicamentos controlados. En Baja California Sur, se incautaron más de 10 mil productos vendidos hasta diez veces por encima de su valor.

La participación del crimen organizado es alarmante: cárteles como el de Sinaloa y el CJNG han diversificado sus operaciones incluyendo la fabricación y distribución de fármacos adulterados. Estos grupos desvían precursores químicos y utilizan redes de distribución que simulan formalidad. Las consecuencias son claras: pacientes envenenados, tratamientos ineficaces y una ciudadanía cada vez más vulnerable.

Eje 2: El Cártel de las Medicinas – Corrupción de cuello blanco

El llamado "Cártel de las Medicinas" no porta armas, pero mata. Se trata de una red de empresas y políticos que durante años controlaron hasta el 80% de las compras públicas de fármacos. Con contratos adjudicados sin transparencia, se impusieron sobreprecios, se provocaron desabastos y se bloquearon compras internacionales.

Empresas como Fármacos Especializados, Maypo, Savi Distribuciones y Pantamed amasaron fortunas con prácticas de exclusividad amañada. La UIF identificó más de 308 mil millones de pesos en contratos en los últimos seis años previos al actual sexenio. Este cártel operaba al amparo del poder político, con vínculos directos con figuras como la familia Madrazo. A diferencia del narco, su violencia es silenciosa: miles de pacientes sin quimioterapias, niños sin vacunas, ancianos sin insulina.

Eje 3: Medicamentos cubanos – Propaganda, negocio y negligencia

        Bajo la bandera de cooperación con Cuba, el gobierno mexicano canalizó más de 2 mil millones de pesos a la importación de medicamentos y vacunas cubanas sin aval sanitario. La empresa Neuronic Mexicana, representante de AICA, recibió más de 111 millones de pesos en contratos directos. Las auditorías revelaron productos caducos, empaques en mal estado y lotes incompletos. De 192 mil dosis de Cisplatino adquiridas, solo se entregaron 123 mil; muchas fueron rechazadas por hospitales.

La ASF documentó instrucciones directas para liberar productos sin cumplimiento regulatorio. A pesar de estas fallas, Birmex firmó nuevos contratos, validó entregas irregulares y se negó a cancelar pedidos. Este caso muestra cómo el discurso político puede encubrir un negocio riesgoso, opaco y profundamente lesivo para los derechos sanitarios de los mexicanos.

Eje 4: Las consecuencias invisibles Cuando el Estado distribuye el veneno

Las estadísticas oficiales maquillan una verdad brutal: hay muertes por negligencia sanitaria. El Centro Estatal de Cancerología de Veracruz distribuyó un medicamento falso de Avastin a 119 adultos. Más de 47 mil pruebas falsas de VIH fueron aplicadas a mujeres embarazadas. Estos no son errores: son crímenes cometidos con logos gubernamentales.

Según la OMS, los medicamentos falsificados pueden no solo fallar, sino provocar reacciones adversas graves o la muerte. La distribución irregular de medicamentos, la falta de control sobre sus condiciones de transporte y el desvío institucionalizado de fármacos convierten a hospitales en campos minados.

Eje 5: Impunidad, simulación y complicidad institucional

El caso de las 59 empresas fantasma que participaron en la megalicitación de medicamentos por 13 mil millones de pesos lo resume todo. Empresas sin oficinas reales, sin infraestructura, sin historial farmacéutico, con documentos falsificados y domicilios en casas particulares obtuvieron claves de medicamentos oncológicos, psiquiátricos y de uso infantil.

Algunas, como Mexar Pharma y PDM Consorcio Dental, operaban desde departamentos o casas sin personal visible. La Secretaría de Anticorrupción documentó adjudicaciones a empresas sin registro Cofepris y prometió llevar casos a la FGR. Pero mientras tanto, la Cofepris ha sido rebasada por su propia falta de independencia y recursos. La simulación es institucional.

Tesis:

El gobierno mexicano no ha enfrentado el problema de raíz. Ha transitado de un cártel privado a una cadena de simulación institucional que perpetúa la negligencia, el desabasto y la deshumanización. Con contratos directos, propaganda ideológica y pactos de silencio, la salud pública se ha convertido en una plataforma de saqueo estructural. El sistema de salud no está enfermo: está capturado.

Colofón:

"Un país no se mide solo por cuántos hospitales construye, sino por cuántas vidas respeta. En México, el verdadero virus no es una pandemia. Es la corrupción que receta muerte disfrazada de medicina. Mientras no curemos eso, ningún sistema de salud será suficiente."

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