OTRA PERSPECTIVA
La Frontera Calla: Entrega 1 – El muro que no se ve: entre tropas, tratados y silencios
Opinion de José Rafael Moya Saavedra
No todos los muros se levantan con concreto.
Algunos se construyen con discursos diplomáticos,
despliegues militares y acuerdos que no se anuncian, pero se obedecen. Y en
2025, México y Estados Unidos han levantado uno que no aparece en los mapas,
pero marca la vida de millones.
Desde el regreso de Donald Trump al poder, la frontera norte
se ha convertido en un teatro de fuerza: 1,500 soldados estadounidenses,
redadas masivas, cancelación de asilos y el endurecimiento brutal de la
política migratoria. En respuesta, México desplegó 10,000 elementos de la
Guardia Nacional... no para defender su soberanía, sino para contener el flujo
humano que intenta escapar de la miseria, la violencia o el olvido.
Pero no se trata solo de contención. Se trata de
complicidad.
México ha aceptado, sin decirlo, convertirse en el muro
humano de Estados Unidos. Primero con la frontera norte, luego —como ya ocurrió
en sexenios pasados— reforzando la frontera sur. Porque quien llega desde
Honduras, Haití o Venezuela, tampoco pasa. O pasa con miedo. O se pierde en las
rutas donde los cárteles gobiernan y los derechos humanos son un eco lejano.
En los últimos meses:
·
Se militarizó la frontera sin declaratoria de
guerra.
·
Se impusieron aranceles bajo el argumento de
seguridad nacional.
·
Se saturaron los albergues, mientras se presumía
el programa "México te abraza".
·
Y se intercambiaron llamadas entre Sheinbaum y
Trump donde todo pareció cordial, mientras en la frontera llueve fuego sobre
los más vulnerables.
Y sin embargo, no hay protestas masivas. No hay comunicados
de alarma de la ONU. No hay portadas de periódico que griten.
¿Por qué?
Porque la frontera calla.
Y cuando la frontera calla... el poder avanza sin
resistencia.
Esta no es solo una historia sobre migración.
Es una historia sobre lo que se está construyendo mientras
nos distraen.
Un muro invisible hecho de miedo, obediencia y silencios.
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