OTRA PERSPECTIVA
De Cárteles a Terroristas: ¿México en la Mira
de una Nueva Doctrina Antinarco?
Opinion de Jose Rafael Moya Saavedra
En mayo de 2025, la DEA
publicó su más reciente National Drug Threat Assessment (NDTA), y aunque
muchos lo han leído como un reporte más sobre drogas, en realidad contiene una
bomba geopolítica disfrazada de informe técnico: por primera vez, Estados
Unidos designa a seis cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas
Extranjeras (FTOs, por sus siglas en inglés).
No es un matiz. Es un cambio
de paradigma. Ya no se trata solo del combate al crimen organizado o de
salud pública. Se trata de nombrar al enemigo como terrorista, con todo
lo que eso implica en términos legales, militares y diplomáticos.
Contexto: De la guerra contra el narco a la
doctrina del “narco-terrorismo”
Desde 2006, México ha vivido
en un estado de guerra interna declarada por el entonces presidente Felipe
Calderón. Pero a pesar del despliegue masivo de fuerzas armadas, el número de
muertes, desapariciones y zonas controladas por el crimen no ha dejado de
crecer.
Mientras tanto, Estados Unidos
—principal consumidor de las drogas mexicanas— ha ido transformando su
narrativa. De hablar de “cárteles” ha pasado a hablar de “organizaciones
transnacionales” y ahora de "terrorismo internacional", un
salto retórico que redefine el conflicto.
En febrero de 2025, el
Departamento de Estado estadounidense designó como FTOs al Cártel de
Sinaloa, CJNG, Cártel del Noreste, La Nueva Familia Michoacana, Cárteles Unidos
y el Cártel del Golfo. Junto con ellos, se incluyó a Tren de Aragua
(Venezuela) y MS-13 (El Salvador).
¿Qué significa esto para México?
1. Una amenaza a la soberanía disfrazada de
cooperación
· Si
bien Estados Unidos tiene el derecho de proteger a su población del tráfico de
drogas, esta designación implica que México es sede de organizaciones
terroristas internacionales, lo que abre la puerta legal a posibles acciones
unilaterales bajo la doctrina de seguridad nacional.
2. Mayor presión diplomática y militar
· La
etiqueta de terrorismo puede derivar en sanciones económicas, congelamiento de
activos, vigilancia masiva, operaciones encubiertas y solicitudes de
extradición más agresivas. Ya ocurrió con la captura de Rafael Caro Quintero en
febrero de 2025, extraditado junto con otros 28 capos en un operativo de alto
perfil.
3. Redefinición de las relaciones bilaterales
· La
cooperación bilateral en materia de seguridad, migración y economía puede verse
sometida a una tensión mayor. Las elecciones presidenciales en ambos países
(EE. UU. en 2024, México en 2024) han marcado una retórica dura y nacionalista
que podría escalar a conflictos diplomáticos.
¿Y el papel de China?
El informe de la DEA no se
queda en México. Se señala directamente a empresas chinas como proveedoras
de precursores químicos y de redes de lavado de dinero. En términos
narrativos, esto refuerza una nueva "tríada del mal": México
como productor, China como proveedor, EE. UU. como víctima.
Es un relato que conviene
tanto a republicanos como a demócratas, pues permite externalizar el problema,
endurecer la frontera y justificar presupuestos colosales en seguridad e
inteligencia artificial.
¿Qué sigue?
Si esta narrativa se consolida, podemos esperar:
· Operativos
conjuntos más agresivos y visibles, con presión directa sobre el
gobierno mexicano.
· Uso
intensivo de inteligencia artificial, drones y vigilancia digital,
incluso sobre territorio mexicano.
· Un
endurecimiento del discurso migratorio, vinculado a la seguridad y
al combate al "terrorismo narco".
· La
politización del informe como herramienta electoral en EE. UU.,
especialmente en estados fronterizos.
Entre la cooperación y la confrontación
México se encuentra en una
encrucijada. ¿Responderá con dignidad diplomática o cederá ante la narrativa de
Washington? ¿Fortalecerá sus instituciones de seguridad y justicia o se
limitará a operativos espectáculo? ¿Aprovechará este momento para replantear su
política de drogas o seguirá atrapado en una lógica reactiva?
Este informe de la DEA no es
solo una advertencia sobre el fentanilo o los cárteles. Es un mensaje político
de alto calibre. Y México, si no quiere quedar arrinconado, debe responder no
con slogans, sino con estrategia, soberanía y visión de Estado.
Fuente:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario