OTRA PERSPECTIVA
Simón del Desierto en la Política Contemporánea:
Sheinbaum, AMLO y Trump en la Columna del Poder
Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra
Un Simón para cada época
Luis Buñuel, con su aguda mirada
crítica, nos legó en Simón del Desierto (1965) una metáfora atemporal sobre la
obsesión por la pureza ideológica, el aislamiento del poder y las tentaciones
que acechan a quienes buscan erigirse como referentes morales o políticos. En
un mundo donde el liderazgo se construye tanto en el discurso como en la
percepción pública, figuras como Claudia Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador
y Donald Trump representan versiones modernas de Simón, cada uno enfrentando
sus propias pruebas en la columna del poder.
Hoy, en un contexto de amenazas
de elevar los aranceles, las acusaciones sobre narcoterroristas, la polarización y las narrativas que buscan moldear la
historia, la analogía con Simón del Desierto cobra una relevancia sorprendente.
¿Cómo resisten estos líderes las tentaciones del pragmatismo político? ¿Cómo
enfrentan las contradicciones entre sus ideales y las expectativas que los
rodean? Y, sobre todo, ¿qué destino les espera cuando la sociedad que los elevó
decida derribar sus columnas?
Claudia Sheinbaum: La heredera del discurso moral
Claudia Sheinbaum podría verse
como un Simón moderno en su intento por continuar el legado de AMLO.
Desde su posición como Primera presidenta de México, Sheinbaum busca mantenerse
como un referente de la continuidad de los principios de la Cuarta
Transformación: austeridad, justicia social y combate a la corrupción.
Al igual que Simón, Sheinbaum
parece estar en una columna alta, separada de las críticas cotidianas
del pueblo, pero también vulnerable a las expectativas desmedidas de quienes la
rodean.
· La
tentación del pragmatismo político: en la película, el Diablo (Silvia
Pinal) ofrece a Simón distracciones y oportunidades que desafían su compromiso
espiritual. En el caso de Sheinbaum, estas tentaciones podrían manifestarse
como la presión por hacer compromisos políticos con sectores contrarios a sus
ideales, como las élites económicas, como con los carteles o las alianzas
pragmáticas necesarias para ganar.
· La
hipocresía social: aunque muchos la ven como la heredera del proyecto de
AMLO, también enfrenta críticas que cuestionan su autenticidad, sugiriendo que
su liderazgo está más vinculado a la imposición de un aparato político que a
sus propias convicciones.
Andrés Manuel López Obrador: El Simón que construyó su
propia columna
AMLO ha pasado gran parte
de su carrera política construyendo una imagen de luchador incansable por
los más pobres, una especie de profeta político que se enfrenta a las
estructuras de poder tradicionales. Su discurso lo ha colocado en una posición
de autoridad moral, similar a la columna desde donde Simón predica al
pueblo.
- Analogía
con el aislamiento: Simón vive en la cima de su columna, separado de
las personas comunes. De manera similar, AMLO se ha rodeado de un discurso
polarizante que, aunque conecta con sus bases, lo distancia de sectores
que no comparten su visión. Este aislamiento también se refleja en su
resistencia a las críticas de la prensa y los organismos internacionales.
- La
tentación de la concentración de poder: AMLO, como Simón, ha sido
tentado por el poder absoluto. Su militarización de la seguridad pública y
las reformas que buscan centralizar decisiones en el Ejecutivo recuerdan a
las tentaciones que enfrentó Simón para abandonar sus ideales.
- Hipocresía
y contradicciones: así como los fieles en Simón del Desierto
buscan bendiciones, pero también critican al protagonista, AMLO enfrenta
constantes contradicciones entre su discurso de austeridad y acciones como
los megaproyectos (Tren Maya, Dos Bocas) que han sido criticados por su
impacto ambiental y financiero; la politica de “ Abrazos, No balazos”
que alcanzan la cifra de mas de 200 mil muertos; la austeridad republicana
y no endeudamiento publico que nos dejó una deuda de 131,738 pesos por
mexicano, un 17.5% más que al final del sexenio anterior
Donald Trump: El Simón populista en el escenario moderno
Trump, a diferencia de Sheinbaum
o AMLO, representa un Simón que no predica desde la moralidad, sino desde un
populismo que apela a los miedos y resentimientos de sus seguidores. Sin
embargo, al igual que Simón, se presenta como un elegido, alguien que está por
encima del sistema político tradicional.
- Analogía
con la figura de redentor: Trump se ha posicionado como un salvador
que lucha contra el “pantano” de Washington. En este sentido, su
columna no es moral, sino retórica, construida a partir de la polarización
y la manipulación de narrativas.
- La
tentación del poder eterno: al igual que Simón, Trump es tentado
constantemente, aunque en su caso es por el deseo de mantener el poder y
la relevancia. Y con su nueva presidencia esta imparable.
- Hipocresía
y contradicciones: Simón enfrenta a fieles que buscan milagros y lo
critican cuando no cumple sus expectativas. Trump, por su parte, ha
capitalizado las contradicciones de su propia base: aboga por los
intereses de los trabajadores mientras favorece políticas que benefician a
las grandes corporaciones.
Conclusión: Tres Simones modernos y su destino inevitable
Luis Buñuel nos mostró en Simón
del Desierto que, por más alto que alguien construya su columna moral o
política, siempre habrá fuerzas que desafíen su autoridad y tentaciones que
pondrán a prueba su fortaleza. Simón, al final, no resiste. El Diablo lo
vence, lo arrebata de su penitencia y lo arrastra a una era decadente,
condenándolo a contemplar la corrupción moral de la Humanidad hasta el fin de
los tiempos.
Si llevamos esta alegoría a nuestros tiempos, ¿qué
destino les espera a los Simones modernos?
Claudia Sheinbaum se encuentra en ascenso, pero su mayor prueba será evitar que las tentaciones del pragmatismo político la alejen del discurso de pureza que heredó. Si cede demasiado a las negociaciones y alianzas (Adan Augusto; Ricardo Monreal; Félix Salgado Macedonio; Cuauhtémoc Blanco; La dirigencia de Morena y Andy …), su liderazgo podría diluirse, convirtiéndose en una pieza más del aparato político que dice representar.
Andrés Manuel López Obrador ya
construyó su columna y ha resistido los embates de la crítica, pero ha
centralizado tanto su poder que su legado dependerá de la lealtad de quienes lo
rodean. Si su sucesión no mantiene su visión, su transformación podría
convertirse en una mera anécdota de la historia, dejando a sus seguidores sin
un nuevo profeta.
Donald Trump, el Simón más
caótico de todos, sigue predicando desde su propia columna, construida con
discursos de resentimiento y polarización. Pero la historia nos ha mostrado
que los líderes populistas rara vez tienen un final triunfal. Como Simón, Trump
podría terminar atrapado en el tiempo, viendo cómo su movimiento se fragmenta y
su imagen se desgasta hasta quedar irreconocible.
En política, la columna más alta
es también la más frágil. Los mismos seguidores que elevan a sus líderes
pueden derribarlos cuando las expectativas no se cumplen. Y como en el cine de
Buñuel, el verdadero desenlace no es una victoria heroica, sino un lento
descenso a la realidad: la inevitable confrontación entre el idealismo y el
peso de sus propias tentaciones.
Porque en política, como en la historia de Simón, no
importa cuán fuerte creas ser: siempre hay un demonio dispuesto a tentarte.
Fuentes:
Mexico Evalua. https://numerosdeerario.mexicoevalua.org/2025/02/06/intereses-record-y-deuda-historica-el-saldo-de-amlo/
Buzos de las Noticias: Sebastian campos Rivera. AMLO
deja deuda histórica: cada mexicano debe más de 131 mil pesos https://buzos.com.mx/noticia/amlo-deja-deuda-historica-cada-mexicano-debe-mas-de-131-mil-pesos
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