OTRA PERSPECTIVA
"Ajustes y acomodos: Las
pugnas internas que revelan las "cochinaditas" de la democradura en la 4T"
Por Jose Rafael Moya Saavedra
El
enfrentamiento entre Adán Augusto López y Ricardo Monreal, líderes
parlamentarios de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados respectivamente,
ha escalado rápidamente de una discusión presupuestaria a un conflicto que
revela fisuras internas en el partido gobernante. "En mi vida, la
adversidad y la mala fe me han perseguido siempre, pero las he enfrentado sin
titubeos", declaró Monreal, en respuesta a las acusaciones de su
correligionario. Esta disputa no solo pone en evidencia tensiones personales y
políticas dentro de Morena, sino que también ofrece a la oposición una
narrativa para criticar a la 4T en un momento clave del gobierno de Claudia
Sheinbaum. Lo que sucede hoy en México recuerda los primeros pasos de las
democraduras en países como Venezuela y Nicaragua, con efectos que aún resuenan
en sus sistemas políticos.
El origen del conflicto:
Presupuesto y contratos millonarios
La discordia
comenzó con la aprobación del presupuesto del primer año de gobierno de Claudia
Sheinbaum. Según Adán Augusto López, la Cámara de Diputados recortó 123
millones de pesos al Senado, decisión que lo llevó a revisar cuentas pasadas,
encontrando irregularidades en contratos por 150 millones de pesos. Estos
incluyen servicios de mantenimiento a archivos y elevadores que, asegura,
presentan anomalías graves.
Ricardo
Monreal respondió que no hubo recorte, sino un aumento del 3% en el presupuesto
del Senado, y calificó las acusaciones de Adán Augusto como
"infundios". Además, defendió la transparencia de su gestión con
auditorías y licitaciones públicas.
¿Vendetta política o lucha de
poder?
Para Gerardo
Fernández Noroña, presidente del Senado, el enfrentamiento tiene tintes de
venganza personal. Las tensiones entre Monreal y Adán Augusto no son nuevas, ya
que ambos compitieron por la candidatura presidencial de Morena. Esta disputa
podría ser vista como la continuación de esas rivalidades, ahora trasladadas al
Congreso.
La presidenta
Claudia Sheinbaum ha llamado a la calma y a la unidad dentro de su movimiento,
pero el conflicto amenaza con erosionar la cohesión interna de Morena y
debilitar su agenda legislativa.
Lecciones de Venezuela y
Nicaragua: El inicio de sus democraduras
Lo que hoy
enfrenta Morena en México no es un fenómeno aislado. En los inicios de las
democraduras en Venezuela y Nicaragua, situaciones similares de tensiones
internas dentro de los partidos gobernantes sirvieron como preludio a la
concentración del poder y la erosión de las instituciones democráticas.
Venezuela y el chavismo:
Durante los
primeros años del gobierno de Hugo Chávez, las disputas internas en el
Movimiento Quinta República (MVR) se centraron en el control del poder
legislativo y la distribución de recursos.
·
Chávez utilizó estas tensiones para justificar
la purga de opositores internos, debilitando la pluralidad dentro de su
movimiento. Esto facilitó reformas constitucionales que eliminaron límites a la
reelección y consolidaron un sistema autoritario.
Efecto: La fragmentación
de la oposición interna permitió a Chávez avanzar sin contrapesos, erosionando
la democracia y polarizando al país.
Nicaragua y el orteguismo:
Daniel Ortega
enfrentó conflictos dentro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN),
particularmente con facciones democráticas que cuestionaron sus decisiones
económicas y políticas.
·
La centralización del poder mediante reformas
legislativas y judiciales desarticuló tanto la oposición interna como la
externa, transformando al FSLN en una maquinaria política personalista.
Efecto: Ortega consolidó
un régimen autoritario, destruyendo la pluralidad interna y restringiendo
libertades fundamentales.
En ambos
casos, las disputas iniciales dentro de los partidos gobernantes se
convirtieron en el pretexto para centralizar el poder y eliminar voces
críticas, con consecuencias devastadoras para la democracia y los derechos
ciudadanos.
Claves del conflicto en Morena
y sus implicaciones
·
Contratos irregulares: Las acusaciones de
Adán Augusto López sobre irregularidades en contratos millonarios en la
administración pasada del Senado han abierto una grieta política dentro de
Morena.
·
El recorte presupuestal: El choque de
narrativas entre ambos líderes sobre el presupuesto del Senado evidencia una
lucha por el control político y los recursos.
·
Riesgo de concentración de poder: La
falta de resolución transparente de estas disputas internas podría derivar en
una mayor centralización del poder en Morena, siguiendo patrones similares a
los de Venezuela y Nicaragua.
El impacto político y las
enseñanzas internacionales
La
confrontación interna en Morena tiene el potencial de impactar negativamente su
cohesión y su capacidad para cumplir con la agenda legislativa de la 4T. Sin
embargo, también representa un riesgo más profundo: que estas disputas se usen
como excusa para centralizar el poder en la figura de un líder, debilitando las
instituciones y los contrapesos democráticos.
Venezuela y
Nicaragua son ejemplos claros de cómo las tensiones internas, mal gestionadas,
pueden llevar a una transformación autoritaria bajo la apariencia de un
gobierno democrático. Morena, como partido hegemónico, enfrenta el desafío de
evitar que estas fracturas se conviertan en el inicio de un proceso similar en
México.
Momento Critico
El conflicto entre Adán Augusto
López y Ricardo Monreal no solo pone en riesgo la unidad de Morena, sino que
también plantea preguntas sobre el futuro de la democracia en México. Las
lecciones de Venezuela y Nicaragua deben servir como advertencia: la
eliminación de voces críticas y la concentración del poder son caminos que
llevan al debilitamiento de las instituciones democráticas.
El desenlace
de esta disputa no solo definirá el rumbo del partido en los próximos años,
sino también la confianza de los ciudadanos en que Morena pueda gobernar con
pluralidad y respeto a las reglas democráticas.
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