OTRA PERSPECTIVA
Un Paso Hacia la Democradura: Control del Poder Judicial
y la Erosión Democrática
Sandra Garibay Esquivel: de la Inocencia a la sospecha…
Por Jose Rafael Moya Saavedra
El caso de la diputada Sandra Garibay Esquivel, aunque pueda
parecer un incidente aislado, debe ser analizado en el contexto más amplio de
los intentos por influir en las instituciones clave de México, particularmente
el Poder Judicial. La acción de "acarrear" aspirantes para
registrarse en procesos judiciales podría interpretarse como un esfuerzo por
politizar y controlar una de las columnas vertebrales de la democracia: un
Poder Judicial independiente.
El Papel del Poder Judicial en una Democracia Saludable
En cualquier democracia consolidada, el Poder Judicial actúa
como un contrapeso esencial frente a los otros poderes del Estado. Su
independencia garantiza la imparcialidad en la resolución de conflictos y la
protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin embargo, cuando
esta independencia se ve comprometida por injerencias políticas, como la
selección de jueces y magistrados bajo criterios partidistas, el sistema
democrático comienza a erosionarse.
El audio atribuido a la diputada Garibay refleja cómo una
aparente convocatoria inocente podría derivar en una estrategia más amplia para
influir en el proceso de selección judicial, un paso que encaja dentro del
patrón de una democradura, donde las instituciones son cooptadas para servir a
los intereses del poder político predominante.
La Democradura y el Control del Poder Judicial
La "democradura" no surge de la noche a la
mañana. Es el resultado de un proceso gradual en el que se socavan las
instituciones democráticas a través de reformas legales, narrativas
polarizantes y el debilitamiento de los contrapesos. En México, la creciente
militarización, el discurso oficialista polarizante y los cambios en las
instituciones autónomas (como el INE) son claros indicadores de esta
transición.
El caso de Garibay, en este sentido, es más que un escándalo
político; es una muestra de cómo ciertos actores buscan moldear el Poder
Judicial para alinearlo con los intereses del Ejecutivo o del partido
gobernante. Si el proceso de selección de jueces se contamina con favoritismos
o “acarreos,” el Poder Judicial pierde su capacidad de ser imparcial y
se convierte en un brazo más del poder político, tal como se ha visto en
regímenes híbridos como Venezuela o Nicaragua.
¿Qué Significa para México?
Este caso no es un hecho aislado. Forma parte de un patrón
donde el Poder Judicial se ve cada vez más expuesto a presiones externas que
buscan convertirlo en una herramienta política. En el contexto actual, donde el
gobierno de AMLO ha promovido reformas polémicas, como la militarización de
funciones civiles y la reducción de contrapesos institucionales, la
independencia judicial se presenta como el último bastión de la democracia
mexicana.
Si bien la diputada Garibay insiste en su inocencia, el caso
pone en evidencia un problema sistémico: la necesidad de garantizar que los
procesos de selección judicial sean verdaderamente transparentes, imparciales y
alejados de influencias partidistas. De lo contrario, México podría estar
avanzando un paso más hacia una "línea roja" que amenaza con
transformar su democracia en una democradura.
Conclusión
El caso de Sandra Garibay no solo debe ser visto como una
polémica local, sino como un microcosmos de los desafíos que enfrenta la
democracia mexicana. El control del Poder Judicial, ya sea a través de la
manipulación de procesos o de la narrativa pública, es una herramienta clave en
los regímenes híbridos. Si no se toman medidas para reforzar la independencia
judicial y frenar estas prácticas, México corre el riesgo de cruzar la frontera
hacia un sistema donde las instituciones son democráticas solo en apariencia,
pero autoritarias en su esencia.
Buenas noches, mi querido Lic. Moya, antes que nada, un enorme placer en mandare un saludo y esperanza de buena salud y bienestar, por otro lado, si bien, concuerdo con usted en un tema especifico del tema Garibay, me parece reduccionista y tal vez un tanto tendenciosos, no es como si las administraciones pasadas se vanagloriaran de imparcialidad, por el contrario, parecían flagrantes bastiones de un mecanismo opulenta de negociaciones bajo la mesa que solo beneficiaban a un ( aunque medio alto) porcentaje de a población, he tenido la oportunidad de saber de casos de profesionistas que se quejaron del cambio "oficialista o autoritario" pero que en mas de 20 años no pagaban un impuesto y les permitían una serie de beneficios en la vida cotidiana, pero que cuando se les solicito lo marcado por la ley respingaron de injusticia, ese reduccionismo es tal vez lo que hace la diferencia, tendríamos que pensar que quien llega a trabajar para nosotros merece menos respeto o ( como dijeron algunas personas en temporada electoral ) su voz vale menos, sin embargo a lo que le llaman populismo, tienen razón, pero la pola, la popula es la raíz de la democracia, si no en la practica, por lo menos en la etimología.
ResponderBorrarno pretendo hacer apología alguna bajo ninguna situación particular pero si, hacer notar ese reduccionismo personalizado que a lo largo de mis primero y recientes 50 años, ha sido notorio como ciudadano de pie, contemplando lo que en perspectiva pueda ser "injusto" ante los ojos de quien tal vez nunca tuvo que sufrió de frio, hambre o escases de cual tipo, misma situación que no es responsabilidad de los reduccionistas, no es como que deje de existir.
politizar desde una diferencia situacional puede llegar a ser viable, pero eso no necesariamente lo hace correcto o incorrecto y tampoco lo hace necesariamente justo injusto, me parece que todo depende de la raiz de donde se toma.
les agradezco si tuvieron a bien terminar mi comentario y les deseo la mayor fortuna posible.
Hasta pronto.