OTRA PERSPECTIVA ¡¡¡EXTRA¡¡¡
El horror no se nombra. Se vive. Se niega. Se repite.
Opinion de José Rafael Moya Saavedra
Mientras autoridades federales y estatales debaten si es
correcto o no usar el término "Campo de exterminio" en predios
como el de Teuchitlán, en Sonora las Madres Buscadoras siguen encontrando
cuerpos entre la tierra. Seis más. Con credenciales, nombres, libretas, ropa...
y una historia que nadie quiso escuchar.
Lo que sigue no es un titular.
Es un grito incómodo, pero necesario.
Porque si México entero se ha convertido en una fosa extendida,
lo mínimo que podemos hacer es nombrarlo.
Mientras las Madres Buscadoras de Sonora localizan seis
cuerpos en lo que claramente es un panteón clandestino, los
gobiernos preocupados por su imagen pública discuten semánticas: ¿Campo de
exterminio... o solo fosa común?
La fiscalía de Jalisco y la presidencia parecen más
interesadas en quitar términos incómodos que en enfrentar la realidad
insoportable:
México entero es hoy un campo de exterminio silencioso, donde se mata por
partes, donde se desaparece en cuotas, donde el Estado —por acción u omisión—
permite que la tierra devore a sus hijos.
Mientras ellos maquillan el lenguaje,
las madres excavan la verdad.
¿Cuál es el verdadero escándalo?
¿Qué se use el término "campo de exterminio"?
¿O que existan miles y miles de cuerpos sin nombre... en un país que se dice
vivo?
#HastaEncontrarlos
#MéxicoSinSilencio
#CampoDeExterminioEsMéxico
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