OTRA
PERSPECTIVA
De la
Esperanza a la Estructura: Morena y el Poder que Terminó Domesticando al Cambio
Opinion
de jose Rafael Moya Saavedra
1.
Introducción: De la banqueta al escritorio
Morena nació como un murmullo entre el pueblo y se volvió
grito en las urnas. Era la voz de los inconformes, la marcha de los olvidados,
la dignidad puesta en las calles. Prometía una transformación de régimen, no de
administración. Pero hoy ese grito suena apagado, domesticado, encapsulado en
oficinas gubernamentales y encuestas internas. ¿Qué pasó con la política en
acción? ¿Dónde quedó la promesa de cambio? Morena no solo conquistó el poder;
también fue conquistado por él.
2.
Polity: Cuando tomaron el sistema... y lo reforzaron
Donde Morena prometió derribar estructuras caducas, las ocupó
y reforzó. Donde juró democratizar las reglas, las reescribió a su favor.
Reformó al INE no para fortalecerlo, sino para subordinarlo. Se volvió amo de
las mayorías legislativas, no para construir consensos, sino para imponer
designios.
Prometió limpiar la casa, pero lo primero que barrió fue la
independencia institucional.
3.
Politics: La calle que se convirtió en pasillo
Antes eran multitudes. Hoy son estructuras. Antes eran
causas. Hoy son operadores. Las asambleas fueron sustituidas por encuestas sin
transparencia. Los liderazgos sociales fueron desplazados por ex-priistas
reciclados con discurso nuevo y prácticas viejas. La movilización popular fue
sustituida por la maquinaria electoral.
Morena no enterró al viejo PRI... lo reencarnó con otro tono
de rojo.
4.
Policy: Lo que entregaron… y lo que dejaron de construir
Los logros sociales existen y no deben negarse: pensiones,
becas, apoyos. Pero al lado están los silencios: la violencia sin freno, la
militarización de la vida pública, la salud precarizada, la corrupción tolerada
si es de los "nuestros".
El problema no fue llegar al poder. Fue dejar de construir
futuro desde él.
Cuando el pueblo te entrega la esperanza, no se vale
devolverle solamente eficiencia electoral.
5.
Epílogo: ¿Y ahora qué?
Hoy, Morena es poder. Pero el poder, sin autocrítica, se
convierte en su peor versión. La transformación no se mide por cuántos se
arrodillan, sino por cuántos se levantan y siguen creyendo. Y hoy, muchos ya no
creen.
¿Qué hará
Morena con su victoria? ¿Gobernar para todos? ¿Escuchar al país real? ¿O seguir
fortaleciéndose mientras la esperanza, silenciosa, se marcha por la puerta
trasera?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario