OTRA PERSPECTIVA
Si no hay cuerpo, no hay delito: Un análisis crítico de
las narrativas contradictorias sobre el Rancho Izaguirre
Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra
En los últimos dias, el caso del
Rancho Izaguirre ha generado intensos debates en la opinión pública. Las
declaraciones y videos emitidos por distintos actores –desde las madres
buscadoras hasta las figuras políticas y, sorprendentemente, miembros del
Cártel Jalisco Nueva Generación– han esbozado narrativas aparentemente
opuestas, pero que convergen en una polémica frase: “Si no hay cuerpo, no
hay delito”. ¿Qué implica este lema en el contexto de una investigación que
podría revelar graves irregularidades? ¿Estaríamos ante una estrategia para
minimizar o incluso encubrir hechos de mayor magnitud? Este artículo
cuestiona las versiones en competencia y analiza la complejidad de una
narrativa en la que se disputan la verdad y la manipulación de la realidad.
Narrativas en Conflicto: Dos Versiones del Mismo Hecho
La versión de las madres buscadoras:
Desde hace meses, diversas
agrupaciones de familiares y colectivos han denunciado la existencia de un
campo de exterminio en el Rancho Izaguirre, apoyándose en testimonios, indicios
forenses y hallazgos circunstanciales. Según estas denuncias, se habrían
encontrado restos, prendas y evidencias que apuntan a un uso dual del predio
como campo de entrenamiento y exterminio. La historia de las madres buscadoras
se fundamenta en el dolor y la búsqueda de justicia, exigiendo respuestas
claras y una investigación profunda.
La narrativa oficial y la del crimen organizado:
En contraposición, algunas
figuras del gobierno –como Gerardo Fernández Noroña y Claudia Sheinbaum– han
evitado calificar el lugar como un campo de exterminio. A la espera de
resultados de la Fiscalía, se insiste en que “sin cuerpo, no hay delito”,
sugiriendo que, en ausencia de pruebas físicas concluyentes, las denuncias
carecen de fundamento. De manera paralela, un video difundido por miembros del
Cártel Jalisco Nueva Generación refuerza esta versión, negando que se hayan
hallado indicios que respalden la existencia de un campo de exterminio y
calificando las denuncias de montaje para generar furor en redes sociales.
La Estrategia Retórica: ¿Minimización o Encubrimiento?
La frase “Si no hay cuerpo, no
hay delito” es, en principio, una premisa legal que indica la necesidad de
pruebas concluyentes para tipificar un delito. Sin embargo, su uso reiterado en
este contexto adquiere una connotación problemática:
Desviación del foco investigativo:
Al enfatizar la falta de “cuerpos”,
se corre el riesgo de desviar la atención de otras evidencias –como
testimonios, restos materiales y patrones de comportamiento– que podrían
apuntar a irregularidades en el manejo del rancho. Esta estrategia podría
interpretarse como un intento de “limpiar” la percepción pública del
lugar y minimizar la urgencia de una investigación integral.
Contradicciones en el discurso:
Es notable cómo, mientras el
gobierno y ciertos funcionarios insisten en la premisa de que sin cuerpo no hay
delito, el mismo discurso se ve replicado en mensajes del cartel. La
declaración de que el rancho estaba “resguardado” por la Fiscalía de Jalisco en
un momento, y en otro por el gobierno federal, añade una capa de confusión.
Estas inconsistencias podrían ser una táctica deliberada para sembrar dudas
sobre la veracidad de las investigaciones y, en última instancia, evitar que se
reconozca públicamente la magnitud de los hechos.
El rol de la desinformación:
En el clima actual de
polarización, las acusaciones de colusión entre el gobierno y los carteles se
han convertido en un recurso recurrente. Tanto las declaraciones de algunos
políticos como las del cartel parecen converger en la idea de que las denuncias
de las madres buscadoras son un montaje, una “película de terror”
diseñada para manipular la opinión pública. Este enfoque no solo restaría
credibilidad a las voces de las víctimas, sino que también podría contribuir a
un ambiente de desconfianza generalizada.
Implicaciones Políticas y Sociales
La convergencia en la narrativa “si no hay cuerpo, no hay
delito” tiene profundas implicaciones:
Legitimación del poder y encubrimiento:
·
Si bien la necesidad de pruebas es un pilar del
proceso judicial, la insistencia en este argumento puede ser utilizada para
legitimar posturas que, en realidad, buscan proteger intereses políticos o de
grupos criminales. Al minimizar las denuncias, se corre el riesgo de encubrir
prácticas que podrían haber contribuido a una situación de impunidad.
Desacreditación de las víctimas:
·
Las madres buscadoras, que han expuesto su dolor
y exigen justicia, se ven enfrentadas a una narrativa que las tacha de
exageradas o incluso mentirosas. Esta desacreditación no solo dificulta la
labor de las investigaciones, sino que también profundiza la brecha de
confianza entre la sociedad y las instituciones encargadas de protegerla.
La necesidad de una investigación imparcial:
·
Ante esta maraña de versiones contradictorias,
se hace indispensable que las autoridades realicen investigaciones rigurosas,
transparentes y con la participación de observadores independientes. Solo así
se podrá esclarecer la verdad y evitar que el discurso oficial se convierta en
un manto que encubra irregularidades.
Conclusión: ¿Paranoia o Estrategia Encubridora?
La repetición de la frase “si
no hay cuerpo, no hay delito” en contextos tan delicados resulta
inquietante y abre la puerta a múltiples interpretaciones. Por un lado, puede
entenderse como una aplicación de criterios jurídicos básicos; por otro, como
una estrategia para restar importancia a denuncias que señalan posibles graves
violaciones a los derechos humanos.
La dualidad en las narrativas –donde
se mezclan la veracidad de los testimonios de las madres buscadoras con la
negación sistemática de las autoridades y del propio cartel– invita a
cuestionar si, en realidad, se estaría llevando a cabo una “limpieza” de
la percepción pública sobre el Rancho Izaguirre. ¿Estaremos frente a un
encubrimiento meticuloso o a una interpretación excesivamente técnica de los
hechos?
En un escenario donde las
versiones se disputan ferozmente, es crucial que la búsqueda de la verdad
prevalezca sobre cualquier interés político o de poder, y que la sociedad
exija, sin titubeos, claridad y justicia para las víctimas.
liga para el video del CJNG
https://x.com/MElenaPerezJaen/status/1901857769029865637?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1901857769029865637%7Ctwgr%5E0e2385ab6a9ab233947c12dfd959ba7368370f73%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fwradio.com.mx%2F2025%2F03%2F18%2Fgobierno-federal-descartara-que-rancho-izaguirre-sea-un-campo-de-exterminio-del-cjng-carlos-loret-de-mola%2F
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