jueves, 6 de marzo de 2025

 

OTRA PERSPECTIVA

Compartir para Conectar: Un Llamado a la Convivencia Humana

Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra

Hace poco, una gran amiga me envió un video que resonó profundamente en mí. Como sucede con muchos de mis amigos, amigas y familiares, solemos comunicarnos únicamente por medios electrónicos. Decidí darle play y explorar el mensaje que transmitía, y la sorpresa me pegó por la fuerza de su contenido. En ese corto lapso, comprendí que “está hecha la vida... solo de momentos”, momentos en que el contacto directo y en vivo con las personas que queremos se vuelve insustituible.

Un gesto que lo cambia todo

El video, conocido popularmente como “El Otro Padre”, presenta la historia de una mujer que, al notar que sus vecinos estaban absortos en sus dispositivos, decidió romper la rutina y colocar su cena en el pasillo. Este acto disruptivo no solo rompe la barrera del individualismo, sino que se transforma en un llamado a la convivencia. Poco a poco, uno a uno, los vecinos se unen: sacan sus mesas y platillos, y lo que era un pasillo solitario se convierte en un vibrante espacio de encuentro y comunidad.

Diversidad y unión

Lo que realmente enriquece la escena es la diversidad que se plasma en ella: personas de diferentes nacionalidades, edades y culturas se reúnen para compartir un mismo espacio. Una imagen que me impactó fue la de una niña que, al notar la ausencia de un vecino mayor, lo invita a unirse regresando a su departamento para aportar con un embutido y un vino. Este gesto simboliza cómo la empatía puede tender puentes entre generaciones y culturas, recordándonos que la vida se construye en esos instantes compartidos.

La fuerza de la empatía y la convivencia

El mensaje del video es claro: en un mundo donde la tecnología a menudo nos aísla, recuperar el contacto humano es fundamental. Nos invita a desconectarnos de las pantallas para reconectar con la esencia de la convivencia, donde compartir un plato de comida, una sonrisa o simplemente un rato en compañía, tiene el poder de transformar lo cotidiano en algo extraordinario.

Construyendo comunidad en tiempos difíciles

En medio de desafíos globales y tensiones diarias, pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia. Este mensaje me recordó lo vital que es salir de la rutina virtual y buscar encuentros cara a cara con aquellos a quienes queremos y estimamos. Organizar una comida vecinal, saludar a un vecino o dedicar tiempo a una conversación sincera son acciones que, sin duda, reavivan el espíritu comunitario y fortalecen nuestros lazos.

Hoy quiero compartir este mensaje con ustedes, invitándolos a reflexionar sobre la importancia de esos momentos en que disfrutamos de la compañía de nuestros seres queridos en vivo y directo. Porque, al final, la verdadera esencia de la vida se encuentra en esos instantes que construyen recuerdos y nos unen como comunidad.

 


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