miércoles, 29 de enero de 2025

 

OTRA PERSPECTIVA

El error histórico de la expulsión masiva de latinos en EE.UU.

Opinión de Jose Rafael Moya Saavedra

Desde hace décadas, los latinos han sido el pilar de la economía estadounidense. Han trabajado en los campos, la construcción, la industria y el comercio, sosteniendo el desarrollo de ciudades como Los Ángeles, Chicago y Houston. Hoy, con la radicalización de las políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump, nos encontramos ante un error histórico sin precedentes: la expulsión masiva de trabajadores esenciales.

El vacío laboral y el impacto económico inmediato

Las cifras ya lo demuestran: el colapso de sectores productivos es inminente. Con la desaparición de trabajadores latinos, se reportan:

·       Cosechas sin recolectar, con pérdidas millonarias en la agricultura.

·       Obras en la construcción paralizadas por falta de mano de obra.

·       Negocios locales con estantes vacíos y sin empleados.

·       Restaurantes, hoteles y servicios esenciales con una crisis de personal.

El impacto es inmediato y devastador. La economía estadounidense, que depende del trabajo migrante, está tambaleando.

La contradicción de la narrativa antiinmigrante

Desde la Gran Marcha del 2006 la Ley Sensenbrenner: los latinos han demostrado su peso en la estructura de EE.UU. La actual crisis demuestra que su ausencia no solo es notoria, sino catastrófica. La pregunta ahora es:

·       ¿Cuánto tiempo tardará en revertirse esta política antes de que el país entre en un declive económico mayor?

·       ¿Las empresas y los líderes económicos presionarán para frenar la expulsión de trabajadores esenciales?

Las grandes corporaciones, que durante años se beneficiaron de esta mano de obra, ahora enfrentan una crisis de producción sin precedentes. La administración de Trump ha subestimado el impacto de la migración en la economía nacional.

Efectos electorales y el despertar de la resistencia

Históricamente, la persecución de comunidades migrantes ha generado un despertar social. En el 2006, la Ley Sensenbrenner provocó marchas multitudinarias y un "Día Sin Inmigrantes" que demostró el peso económico de los migrantes. Ahora, la ausencia masiva de trabajadores podría convertirse en una huelga involuntaria que haga tambalear la política migratoria de Trump.

En estados clave como Arizona, Texas y Nevada, la comunidad latina podría definir las elecciones.

 La economía en crisis podría ser el punto de inflexión para que sectores empresariales y políticos reconsideren la política de deportaciones.

Un punto de inflexión histórico

El vacío que deja la comunidad latina en EE.UU. está generando una crisis sin precedentes. Las decisiones políticas actuales no solo afectan a los migrantes, sino a la propia estructura económica del país. Si la expulsión masiva de trabajadores esenciales no se revierte, Estados Unidos podría enfrentar una recesión impulsada por su propio error histórico.

El tiempo corre y la pregunta clave es: ¿cuánto resistirá la economía sin la columna vertebral que la ha sostenido durante décadas?

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